Desocupado navegante: sin juramento me podrás creer que quisiera que esta bitácora, como hija del entendimiento, fuera la más gallarda y discreta que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de la naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Monda y desnuda, sin más ornato de prólogo que este plagio menardiano y universal. Entraros al punto con tantico de curiosidad y colocar cuantas anotaciones y comentarios os parezca. Vale.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home